Economía circular: del concepto ambiental a la exigencia empresarial global

 

La economía circular no es una moda. Es un cambio de paradigma. Lo que antes era una preocupación marginal de grupos ecologistas, hoy es una transformación estructural del modelo económico global. Cada vez más, los países, las industrias y las nuevas generaciones entienden que la eficiencia ya no se mide solo por el volumen de producción, sino por la capacidad de regenerar  ¿Cómo surge el concepto?

El término economía circular fue acuñado formalmente en la década de los años 80, pero sus fundamentos teóricos comenzaron a consolidarse hacia el año 1990, influenciados por corrientes como la ecología industrial, la cibernética de sistemas y la economía del desempeño. En 2002, el libro Cradle to Cradle de Braungart y McDonough popularizó la idea de que los productos deberían diseñarse no para desecharse, sino para reintegrarse al sistema como nutrientes técnicos o biológicos.

Sin embargo, es recién a partir de 2010, con el impulso de organizaciones como la Fundación Ellen MacArthur y la Unión Europea, que el término alcanza presencia política y empresarial. La economía circular pasó de ser una aspiración a convertirse en una estrategia estructural para la sostenibilidad del siglo XXI.

 

Europa como epicentro de cambio

Europa ha liderado la institucionalización del enfoque circular. En 2015, la Comisión Europea presentó su primer “Paquete de Economía Circular”, estableciendo metas vinculantes para la reutilización, reparación y reciclaje de materiales. Desde entonces, la UE ha desarrollado directrices, fondos de innovación y regulaciones que obligan a las empresas a rediseñar productos, minimizar residuos y adoptar modelos regenerativos.

Hoy, sectores como la construcción, la electrónica, la moda y la automoción en Europa ya incorporan estrategias circulares como parte de su modelo operativo. El enfoque ya no es sólo ambiental: es económico, competitivo y estratégico. Las empresas que no se adaptan, quedan fuera de licitaciones públicas, cadenas de suministro internacionales o preferencias del consumidor consciente.

 

Economía circular: más allá del reciclaje

Aunque popularmente se asocia la economía circular con el reciclaje, este es apenas un componente residual del modelo. La verdadera economía circular implica:

  • Diseñar para reutilizar, modular o reparar

  • Prolongar la vida útil de productos

  • Utilizar materiales biodegradables o reciclados desde el origen

  • Eliminar el concepto de residuo como etapa final

Además, el modelo ha evolucionado hacia una dimensión empresarial integral: hoy se espera que las empresas adopten prácticas circulares no solo para reducir su huella ecológica, sino como parte de su ética corporativa y modelo de negocio sostenible.

 

Certificaciones y estándares: de la intención a la evidencia

Para garantizar que las estrategias circulares no se queden en el plano discursivo, se han desarrollado certificaciones específicas como:

  • Cradle to Cradle Certified™ (C2C)

  • ISO 14001 (gestión ambiental)

  • B Corp Certification

  • EMAS (sistema europeo de gestión ambiental)

  • Ecovadis (rating de sostenibilidad empresarial)

Estas certificaciones no solo validan prácticas ambientales responsables, sino que ya condicionan el acceso a ciertos mercados, contratos y financiamientos internacionales. La sostenibilidad ha dejado de ser un diferencial: es un requisito estructural.

 

Cretamedic: economía circular con impacto social en el Perú

En este contexto, Cretamedic se posiciona como una empresa que aplica principios de economía circular en un entorno donde aún predomina el modelo lineal. Utilizando plástico reciclado como insumo principal y tecnología de fabricación digital (impresión 3D), fabricamos prótesis humanas funcionales de bajo costo para personas en situación de vulnerabilidad.

Pero no nos limitamos a reciclar materiales: recirculamos valor social y humano. Extendemos la vida útil de un recurso que habría terminado en un vertedero, y lo convertimos en movilidad, autonomía y dignidad para quienes han sido históricamente excluidos del sistema de salud y del mercado de prótesis convencionales.

La economía circular no es solo parte de nuestro proceso: es nuestro modelo fundacional. Porque creemos que la sostenibilidad real ocurre cuando el impacto ambiental se alinea con el impacto social, y cuando la innovación se pone al servicio de las personas.

 
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